LAS TRIBULACIONES QUE NO CESAN
¿Y DICEN QUE ESTAMOS SATISFECHOS?
Las tribulaciones sobre la totalidad de la sociedad granadina en relación a las obras del metropolitano, efectivamente, no cesan. Pero lo más grande es que uno de los sectores sociales más terriblemente afectadas, se dice, según fuentes provenientes de la Federación de Comercio y la Junta de Andalucía, están satisfechos. Es profundamente indignante que una entidad que dice representar al sector de comercio diga públicamente tal necedad y capciosa mentira, la cual no hace más que poner nuevamente de manifiesto que vive (y medra) de espaldas a la realidad que afecta a los comerciantes e incluso a sus propios representados (cada vez menos). Estas declaraciones una vez más se han hecho, digo, a espaldas de los principales afectados por las obras del metropolitano: los comerciantes, empresarios y autónomos del Camino de Ronda. Tras la reunión del día 19 del mes de octubre en la que estaban representados la práctica totalidad del comercio, empresas y ciudadanía general a través de sus asociaciones (reunión a la que, por cierto, no se invitó a la Federación de Comercio), expusimos de manera manifiesta ante las dos Administraciones Públicas (Junta de Andalucía y Ayuntamiento) nuestro total y profundo descontento con la situación. Allí conminamos a ambas Administraciones a la búsqueda de soluciones inmediatas tras de casi cuatro años de sufrimiento. Se les dio un plazo de veinte días para encontrarlas, plazo tras el cual nos volveríamos a reunir y en virtud de lo que sucediese o dejase de suceder manifestaríamos nuestro descontento y desesperación de otra manera. Nos parece impropio de instituciones que representan, supuestamente, a la ciudadanía, se hagan semejantes manifestaciones públicas y siempre sin contar con aquella.
Vean si no, como están las cosas, y si es motivo de alegría y regocijo como quieren vendernos nuestras queridas instituciones.
GRANADA
La Junta ya ha comenzado a formalizar algunos de los pagos pendientes con las empresas contratistas del metro ligero
28.10.11 - 18:15 -
EFE | GRANADA
La Federación de Comercio ha trasladado a la Junta su "satisfacción" por la resolución del aval para la financiación del Metro y su inclusión en los presupuestos de 2012, lo que permitirá disponer de 130 millones de euros del crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI) el próximo año.
Así lo ha informado la administración autonómica en un comunicado, en el que precisa que la delegada del Gobierno, María José Sánchez, ha explicado a la directiva de la Federación que los 130 millones consignados, más los 30 aprobados por el Consejo de Gobierno para ampliar el capital social de Metro de Granada, permitirán continuar las obras y garantizar su finalización.
Sánchez también les ha informado de que la Junta ya ha comenzado a formalizar algunos de los pagos pendientes con las empresas contratistas del metro ligero, con cargo a la citada ampliación de capital.
En la reunión se ha puesto de manifiesto el compromiso adquirido por la Junta con la Federación en las últimas semanas.
De esta forma, las obras del metro ligero darán prioridad, en primer término, a la ejecución de las actuaciones que permitan completar la urbanización del viario público, recuperando así su uso ciudadano y a su vez avanzar en el conjunto de la construcción de esta infraestructura.
Diario Ideal
Donde el Metro se muere de risa
Los vecinos de Albolote y Maracena, donde las obras ya están listas, lamentan que la vida de las localidades continúe a medio gas por el parón de la inversión · Los trabajos concluidos comienzan a estropearse
DAVID LENDÍNEZ / GRANADA | ACTUALIZADO 29.10.2011 - 01:00
La frontera entre el Cerrillo y Maracena la marca apenas una calle. El primero es una barriada de Granada y el segundo ya no pertenece a la capital. Las diferencias son meramente espaciales. Si uno no tiene muy claro en dónde está, basta con mirar el estado de las obras del Metropolitano. El tramo Maracena-Albolote lleva tiempo terminado, con sus vías, su césped... A partir del Cerrillo está todo más en bruto, los tubos sobresalen sin conexión y predomina el hormigón.
El bar Ideal está justo en el límite. Aurelio Rodríguez lo regenta desde hace dos décadas. Recuerda que el 10 de enero abrieron una zanja en la puerta de su establecimiento y ahí sigue, aunque ya han crecido matojos a su alrededor. Contesta resignado cuando se le pregunta que el Metro no funcionará hasta como mínimo 2013. Su negocio se ha resentido con la actuación, aunque también le echa la culpa a la crisis.
Reconoce que medio aguanta y que cuando ya no pueda más, "pues nos iremos a paseo". Lo peor de las obras es que dice que parece que su negocio está cerrado. Tampoco debe sentir demasiado consuelo cuando apenas ve movimiento en los trabajos. "Vienen pocos obreros, a medir, a ver las vallas...".
Ayer dos de ellos, con chaquetones fluorescentes, conversaban debajo del puente de la entrada a Maracena que soporta los coches que transitan por la circunvalación. Miran, comprueban y se montan en un turismo.
Las vías comienzan cuando comienza Maracena, que ha quedado partida por la mitad con la nueva infraestructura. Hasta hace pocos días, habían solucionado uno de los problemas de esta localidad: el aparcamiento. Los conductores aprovechaban este espacio para dejar sus vehículos. Comenzaron estacionándolos para hacer unos recados, luego fueron dejándolos algo más de tiempo y al final eran noches enteras. Ya no se puede hacer. Unas vallas lo impiden. Se decidió poner cerco porque ya hasta los camiones se adentraban en las vías y se temía que el piso pudiera terminar cediendo. Cayó alguna que otra multa.
El tramo Albolote-Maracena aguanta bien el tipo, a pesar de la paralización de las constructoras por el impago de la Junta de Andalucía y a pesar de las últimas lluvias. No obstante, algún desperfecto ya se observa.
En un banco conversan tres personas mayores. Dicen que a ellos ya no les va a hacer falta montarse, pero coinciden en ver mal lo que está pasando. "Esto ha costado mucho dinero. No tendría que haberse empezado", apunta uno. Diferencian el Camino de Albolote de Blas de Otero. Saben que los comercios y las tiendas han sufrido y que cuando se podía aparcar en las vías los negocios lo han notado. Para bien, claro está.
Algunos se apenan de ver cómo la obra se deteriora. Han escuchado que por Albolote se han llevado cables de cobre de electricidad e incluso tapetes del césped artificial. Al Ayuntamiento no le consta ninguno de estos incidentes. A simple vista todos están e incluso la mayoría de los árboles sobrevive. Será la sociedad Metro de Granada la que tenga que asumir los desperfectos que se generen hasta su puesta en marcha.
La oficina de información acristalada que hay en el centro de Maracena está cerrada a cal y canto y empapelada con anuncios de particulares. Simboliza más de lo que aparenta.
El bar Ideal está justo en el límite. Aurelio Rodríguez lo regenta desde hace dos décadas. Recuerda que el 10 de enero abrieron una zanja en la puerta de su establecimiento y ahí sigue, aunque ya han crecido matojos a su alrededor. Contesta resignado cuando se le pregunta que el Metro no funcionará hasta como mínimo 2013. Su negocio se ha resentido con la actuación, aunque también le echa la culpa a la crisis.
Reconoce que medio aguanta y que cuando ya no pueda más, "pues nos iremos a paseo". Lo peor de las obras es que dice que parece que su negocio está cerrado. Tampoco debe sentir demasiado consuelo cuando apenas ve movimiento en los trabajos. "Vienen pocos obreros, a medir, a ver las vallas...".
Ayer dos de ellos, con chaquetones fluorescentes, conversaban debajo del puente de la entrada a Maracena que soporta los coches que transitan por la circunvalación. Miran, comprueban y se montan en un turismo.
Las vías comienzan cuando comienza Maracena, que ha quedado partida por la mitad con la nueva infraestructura. Hasta hace pocos días, habían solucionado uno de los problemas de esta localidad: el aparcamiento. Los conductores aprovechaban este espacio para dejar sus vehículos. Comenzaron estacionándolos para hacer unos recados, luego fueron dejándolos algo más de tiempo y al final eran noches enteras. Ya no se puede hacer. Unas vallas lo impiden. Se decidió poner cerco porque ya hasta los camiones se adentraban en las vías y se temía que el piso pudiera terminar cediendo. Cayó alguna que otra multa.
El tramo Albolote-Maracena aguanta bien el tipo, a pesar de la paralización de las constructoras por el impago de la Junta de Andalucía y a pesar de las últimas lluvias. No obstante, algún desperfecto ya se observa.
En un banco conversan tres personas mayores. Dicen que a ellos ya no les va a hacer falta montarse, pero coinciden en ver mal lo que está pasando. "Esto ha costado mucho dinero. No tendría que haberse empezado", apunta uno. Diferencian el Camino de Albolote de Blas de Otero. Saben que los comercios y las tiendas han sufrido y que cuando se podía aparcar en las vías los negocios lo han notado. Para bien, claro está.
Algunos se apenan de ver cómo la obra se deteriora. Han escuchado que por Albolote se han llevado cables de cobre de electricidad e incluso tapetes del césped artificial. Al Ayuntamiento no le consta ninguno de estos incidentes. A simple vista todos están e incluso la mayoría de los árboles sobrevive. Será la sociedad Metro de Granada la que tenga que asumir los desperfectos que se generen hasta su puesta en marcha.
La oficina de información acristalada que hay en el centro de Maracena está cerrada a cal y canto y empapelada con anuncios de particulares. Simboliza más de lo que aparenta.
Diario Granada Hoy
